Aún no conocemos completamente el ya famoso virus que produce la COVID-19, y es por eso por lo que no se dispone aún de información concluyente sobre cómo los síntomas del COVID-19 afectan a nuestro sistema, de hecho, esta enfermedad progresa de manera diferente dependiendo de una amplia gama de factores y de uno a otro individuo.
Algunos de los otros coronavirus ya conocidos siguen una progresión similar en todos los pacientes; por el contrario, sin embargo, los síntomas de la COVID-19 pueden aparecer y desaparecer durante el período de recuperación, lo que significa que el paciente puede tener síntomas incluso después de que crea que está completamente recuperado.
En este sentido, uno de los problemas que enfrentamos en este momento es que apenas se aplican las reglas generales en cuanto al contagio y transmisión del SARS-CoV-2, debido a que existen diferencias notables sobre cómo se comporta en diferentes individuos, y es por ello por lo que todo el mundo debe llevar mascarilla y mantener la distancia física establecida para las organizaciones de salud. Sin embargo, si que existe información disponible sobre el proceso habitual que sigue Covid-19 en el sistema humano.
Por lo que han mostrado los datos hasta este momento, el tiempo desde la exposición al COVID-19 (desde la entrada viral) hasta el inicio de los síntomas es aproximadamente, de 5 a 6 días, y la duración de estos puede oscilar entre 1 y 14 días según la OMS.
Como los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante esos 14 días, la recomendación a las personas que han estado expuestas al virus es que se mantengan alejadas de los demás durante todo el proceso para evitar la propagación del virus, especialmente cuando no es posible realizar una prueba diagnóstica para corroborar que el paciente ya no está infectado.
Según los estudios realizados hasta el momento, durante el primer día de síntomas la mayoría de las personas afectadas (88%) han experimentado fiebre y cansancio, algunas de ellas también han experimentado dolores musculares y tos seca. Según datos recientes, alrededor del 10% experimenta náuseas o diarrea antes de la aparición de los síntomas.
Durante el periodo estimado de 4 días suele persistir la fiebre y la tos, y el día 5 puede aparecer dificultad respiratoria, especialmente si el paciente tiene una enfermedad preexistente relacionada con este signo y la edad de la persona que padece la infección. En esta etapa, la mayoría de las personas pueden experimentar una rápida recuperación y los síntomas dejan de aparecer, o también pueden tener estos mismos síntomas de forma intermitente durante todo el proceso.
Las personas que siguen teniendo síntomas graves el día 6 y 7 experimentan dificultad para respirar, tos y fiebre, seguidos de dolor o presión persistente en el pecho y labios o cara azulados. Según el Centro Chino para Control y prevención de Enfermedades, aproximadamente el 15% de los pacientes infectados con COVID-19 desarrollan síntomas el síndrome de dificultad respiratoria aguda.
En el día 10 las dificultades respiratorias pueden seguir empeorando, y esto significa que el paciente debe ser trasladado a una unidad intensiva del hospital. Para la mayoría de las personas, la fiebre suele terminar el día 12, que no es el caso de la tos que puede durar hasta etapas posteriores. Para aquellos que pueden sobrevivir a la infección, los síntomas cesan a partir del día 13 y 14.
Como ya es sabido, la COVID-19 es una afección respiratoria causada por un coronavirus. (SARS-CoV-2), hasta ahora, los datos han revelado que la mayoría de los pacientes tienen síntomas leves y se recuperan sin intervención médica, sin embargo, en torno a 1 de cada 6 personas infectados sufren síntomas graves como dificultad para respirar. Los síntomas más graves aparecen con más frecuencia en la población anciana y en pacientes con condiciones de salud previas como diabetes o enfermedades del corazón.
Algunos estudios en los EE. UU y China revelaron que el primer síntoma de la Covid-19 suele ser fiebre. Según la OMS, estos son los síntomas más comunes que se identifican en los pacientes con COVID-19: fiebre, tos seca y cansancio. Además, hay algunos síntomas menos comunes, como dolores y molestias, dolor de garganta, diarrea, conjuntivitis, dolor de cabeza, pérdida del gusto u olfato, sarpullido en la piel o decoloración de los dedos de las manos o los pies. Finalmente, hay algunos otros síntomas graves detectados en algunos pacientes, como dificultad para respirar o falta de aire, dolor o presión en el pecho y pérdida de la voz o del movimiento.
Una vez que aparecen los síntomas, algunos signos tempranos deben tratarse con más precaución que otros. La organización mundial de la salud advierte sobre la importancia de buscar atención inmediata al identificar cualquiera de esos síntomas graves. También es importante llamar antes de visitar a cualquier médico o centro de salud.
Una persona con COVID-19 puede ser contagiosa de 48 a 72 horas antes de comenzar a experimentar síntomas. Datos emergentes sugieren que las personas pueden tener más probabilidades de propagar el virus durante las 58 horas antes de la aparición de los síntomas. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, alrededor del 40% de los casos de coronavirus son asintomáticos, lo que significa que incluso si no muestran signos de la enfermedad, están infectados con el virus. Aproximadamente el 20% de los casos sintomáticos se volvieron graves o críticos.
Según los datos actuales, la media del período de incubación del virus suele ser entre 4 a 5 días y durante ese tiempo existe una alta posibilidad de que las personas infectadas con el SARS-CoV-2 no sepan que están infectadas. Teniendo en cuenta que el virus puede transmitirse durante la fase presintomática, aquellas personas asintomáticas y no conscientes de su infección pueden transmitir el virus.
Los informes de laboratorio de la OMS sugieren que, aparentemente, las personas infectadas son más contagiosas justo antes de que aparezcan los síntomas (a saber, dos días antes) y en la primera fase de la enfermedad. Las personas que desarrollan enfermedad grave pueden ser contagiosas por más tiempo.
Los pacientes sin síntomas pueden dar positivo por COVID-19; de hecho, según encuestas recientes, la mayoría de las personas cuyos resultados son positivos en una prueba de diagnóstico son asintomáticas. Esa es la razón por la que los profesionales de la salud piden precaución, porque, aunque las personas no presenten síntomas, pueden transmitir el virus. Los datos sugieren que el 77% de las personas no presentan síntomas el día en que se realizó la prueba, y alrededor del 86% tampoco presentaba ninguna otra señal de advertencia de la infección.