Los métodos actuales para la determinación de la contaminación en el LCR consisten en aplicar fórmulas correctoras basadas en la suposición de que la proporción entre glóbulos blancos y glóbulos rojos en el LCR será idéntica a la de la sangre.
Esta determinación sólo es correcta si ni los glóbulos blancos ni los glóbulos rojos se lisan en el LCR durante el tiempo transcurrido entre la recogida del líquido y el recuento celular, lo cual es muy poco habitual.